ANDANDO POR EL CAMINO DE SANTIAGO

El interés de esta obra es que se publica en el año 1965 cuando el Camino de Santiago no había vuelto a adquirir la importancia que tuvo durante siglos y que se había perdiendo poco a poco y que por aquellos años de la década de los 60 no llegaban al centenar los peregrinos que recorrían la Ruta Jacobea. Por lo que respecta a este libro está escrito con desenfado con estilo ligero y fácil, aunque el autor ha procurado en todo momento que su prosa sea limpia, clara y literaria. El autor, filólogo de profesión, se interesa también por la manera en la que hablan las gentes de los más apartados rincones y los lugarejos más olvidados por los que pasa el Camino Francés y se interesa por las palabras y vocablos clásicos, incluso hoy en desuso. No obstante no es un libro para euritos, aunque sí hace descripciones exactas del románico, del gótico y del resto de estilos arquitectónicos de los múltiples edificios que va encontrando en el Camino. No menos importante es que a la hora de elegir el itinerario dedica más atención a los pueblos más pequeños que a las grandes ciudades porque, de esta manera, él se reencuentra con las raíces más propias del itinerario del Camino de Santiago que tiene  su mayor importancia en las tradiciones y estilos de los pueblos.