VIAJE A OCCIDENTE.

En la presentación del libro ya nos anuncia que la pretensión de este viaje a occidente es un tema que está presente en todas las culturas, es a la vez un itinerario real y simbólico que, a través del milenario Camino de Santiago, nos conduce a la luz atravesando las sutiles barreras de la oscuridad, es un deambular  mágico en el que, paso a paso, se va produciendo un acercamiento al hombre nuevo, a la libertad interior. El viejo espejismo de la separatividad va diluyéndose a medida que avanzamos hacia Finisterre, donde acaba la Tierra y comienza el Cielo, el lugar de la iniciación. <<Todo cuanto observamos fuera, no es más que una prolongación de nosotros mismos t la separación que hacemos entre nosotros y el resto del mundo>>. En el punto culminante, camino interior y camino exterior se hacen uno en su eterno renacer a la luz.