DEL QUIRÓFANO A SANTIAGO.

Hay multitud de motivos para hacer el Camino, reflejados en una gran cantidad de relatos que se ofrecen al lector y que en este quiere responderse a una pregunta: ¿seré capaz de realizar sólo, aun con la esperanza de poder comunicarme con compañeros de andanza, el Camino de Santiago? Y a esa pregunta se responde con un relato que le sirve de reflexión a muchas de las preguntas que se hace mientras lo recorre. Deja a su familia y altera el normal desarrollo de las vacaciones para, durante una serie de días, recorre el Camino y responderse a la gran cantidad de preguntas que le surgen durante su caminar. Los hace por el itinerario más clásico del Camino, que inicia en Roncesvalles para llegar, en un total de 24 jornadas, hasta Santiago. Describe el itinerario con detalle y cuenta las gentes que se va encontrando en el itinerario jacobeo para, al final hacerse una reflexión en la que viene a desatacar que la razón fundamental del Camino de Santiago es el peregrino, que son negar que se hable, se trate y se exhiba a la Ruta Jacobea como cultura, europeísmo, culto o rito esotérico o con ambivalencia religiosa es el peregrino el que se entrega con naturalidad, sin buscar contraprestación para no aislarse en sí mismo, sino para buscar y encontrar a los demás, en este caso además lo hace como promesa, lo que le da a su relato una dimensión especial y anima a volver al Camino para seguir buscando.