PEREGRINO A SANTIAGO.

A parte de otras disquisiciones que el autor nos señala en su libro,  la parte central de este la dedica a contarnos lo que él ve en las trece etapas en las que recorre este itinerario jacobeo que llega al mercado en la explosión revitalizadora del Camino del Jacobeo de 1993. En el transcurso de estos capítulos, va narrando en una especie de guía un Camino como lugar sagrado que está jalonado del culto de otros santos y que cambia a lo largo del tiempo. Habla de los santuarios que, a su vez, son lugares de peregrinación. Más tarde o más temprano, total o parcialmente estos santuarios son absorbidos por el Camino de Santiago y en todo caso están subordinados a él y hace notar cómo algunos caminos de peregrinación aparecen franqueados por cruceros marianos y señala que el Camino consagra la heterogeneidad de ciertos puntos especiales que tienen carisma y los marca con una serie de signos que los diferencian de los demás y concentran en ellos la esencias del caminar.