¡ DESDE LYON HASTA JERUSALÉN ANDANDO!.

Es bien conocido por todos los jacobeos que desde la antigüedad se ha mantenido el que las tres metas principales de los cristianos han sido: Santiago (los bien conocidos peregrinos), Roma (a los que la tradición reconoce como romeros) y Jerusalén (a los que se les conoce con el nombre de palmeros, por las palmas que significan el martirio que sufrió Jesucristo en aquellas tierras). La historia ha situado a los peregrinos casi siempre en primer lugar y por ello abundan los relatos de peregrinos que protagonizan este capítulo de nuestra biblioteca.

Son más escasos los relatos tanto de romeros como de palmeros y este libro nos relata la peregrinación que hizo el autor en el viaje que inicia en Lyon y llega hasta Jerusalén, peregrinación que realiza andando y en este libro nos narra la aventura de su recorrido en el que, dada sus creencias cristianas, inicia con dos prefacios que escriben para él, el alcalde de Saint-Laurent-de-Mure y el sacerdote Jean-Françoi Cherpit para, en capítulos posteriores, y tras el correspondiente prólogo, anticipan el contenido del libro en el capítulo “Me iré siguiendo tus huellas, Jesús”, antes de adentrarse en tierras de Italia, Grecia, Turquía, Siria, Jordania e Israel, poniendo su meta en Jerusalén, apuntando unos últimos capítulos como apéndice, “la oración del olivo” y un recuerdo al perro con el que viaja que titula “a mi animalito Diva”.

Como hemos dicho se trata de un relato sobre una peregrinación muy conocida teóricamente pero que muy pocos han hecho realidad, dadas las dificultades que supone atravesar a pie algunos de los países, y que el autor relata con cierto detalle, en lo que él considera su especial aventura.