DA SANSEVERINO A COMPOSTELLA SUL CAMMINO DI SAN GIACOPO

En el corazón de Galicia, en la parte occidental del norte de España cerca del Atlántico, se encuentra Santiago de Compostela, una de las más famosas metas de peregrinación del continente. Este centro surgió alrededor del sepulcro de Santiago el Mayor, o sea, el discípulo y apóstol de Cristo, hijo de Zebedeo y María Salomé, hermano de San Juan. Según una tradición bizantina del siglo VII, Santiago habría ido peregrinando hasta las extremas regiones de Occidente para evangelizar la Península Ibérica; de aquí habría vuelto a Palestina donde, primero entre los apóstoles, habría sufrido el martirio. En la Edad Media se difundió la voz según la cual el cuerpo del Apóstol habría sido llevado a Galicia por sus discípulos. Empieza entonces, al principio en sordina y cada vez más vasto, el culto de este sepulcro, también como respuesta del mundo cristiano a la ofensiva islámica. El santuario compostelano constituye una de las tres metas principales de las peregrinaciones medievales, un fenómeno imponente que caracteriza y  genera visibles fenómenos colaterales, como la construcción de preciosos templos y, en otro plano, las cruzadas, formalmente emprendidas para liberar el santo sepulcro y permitir a los peregrinos irse en paz.

Este flujo continuo de peregrinos europeos hacia España constituye durante toda la edad Media, y también después, la conexión más eficaz de la Península Ibérica con el resto de la cristiandad. Existió, por cierto, también un “camino italiano” y dentro de este un “camino marchigiano” hacia Santiago. Desafortunadamente faltan  estudios e investigaciones históricas exhaustivas sobre este territorio. Considerando la falta de estudios marchigiani, este libro se propone ofrecer a los estudiosos, a los conciudadanos y a los amigos de la ciudad hermanada de Balmaseda esta recopilación de documentos y noticias de obras de arte de Sanseverino Marche como testimonio que también en esta ciudad el culto a Santiago nace y se fortalece en aquellos siglos en los que más fuerte fue la devoción del peregrinaje a la tumba del Apóstol de España.