Peregrino y no peregrino, todos en la vida al fin y al cabo lo somos, que tienes entre tus manos esta novela. Sigue su lectura como si hicieras el camino, con la misma ilusión, con idéntico respeto y recapacita en muchos mensajes que, aparecen salpicados a lo largo de sus páginas. Son reflexiones importantes que te pueden servir en la vida. Si cuando termines el libro no hiciste el camino, intenta hacerlo en la primera ocasión y si lo hiciste, repítelo, y esta vez, con otro sentido. Seguro que podrás tener y experimentar sensaciones diferentes, sentimientos distintos y experiencias apasionantes, que te harán ver la vida de otra forma. Comparte el camino, y sea en soledad o en compañía, trata de extender el amor al mismo. Si así lo haces estoy seguro que, el esfuerzo habrá valido la pena y no caerá en el olvido de los tiempos. El maestro peregrino me hizo amar el camino y desde entonces intento transmitir ese amor a todos. Este libro nunca se hubiera podido escribir sin su concurso, presencia y consejos. Lástima que la vida te lleve por derroteros diferentes. Cada uno tiene su camino prefijado, aunque al final nos encontraremos.