(REVISTA GEOGRÁFICA ESPAÑOLA. Nº 51)
Nadie medianamente informado, salvo el sectario que niega la luz del sol, pone en tela de juicio la trascendental importancia que en la historia medieval de España y Europa tuvieron las peregrinaciones al sepulcro de Santiago el Mayor en Compostela de Galicia. A nadie medianamente crítico puede dejar de asombrarle este fenómeno de masas que se prolonga durante más de once siglos, aunque con características diferentes hasta nuestros días. Y no precisamente porque escasean los fenómenos de masas durante ese mismo período y, sobre todo, en los días que vivimos. Pero lo que ya no es tan trivial es que las dichas masas actúen como tales movidas por intereses no materiales y sí esencialmente espirituales (aunque no con el suficiente espíritu crítico, ¡oh terrible pecado para el hombre del siglo XX tan consecuente con sus principios).