EL CAMINO DE SANTIAGO. GUÍA

El Camino de Santiago fue durante siglos la ruta más concurrida y más celebrada del viejo continente. Es verdad que Jerusalén y Roma fueron los dos grandes polos de atracción de la cristiandad para peregrinos y viajeros europeos, pero no hicieron Camino. Por eso, aunque a Santiago se puede llegar de muchas maneras, la mejor forma de hacerlo es por el Camino de Santiago.

Desde el punto de vista cultural, en el que claramente se centra esta guía, el Camino de Santiago, fue y es la mejor ruta del románico. Entre las Catedrales de San Sernin de Toulouse y Santiago de Compostela, en los dos extremos del Camino, existen sorprendentes semejanzas. Entre ellas va apareciendo un estilo arquitectónico, el románico, que se adapta admirablemente a las exigencias y al espíritu del peregrinar castellano. No es sólo el número de iglesias románicas que encontramos a la vera de todo el Camino. Aun circulando en automóvil, podemos detenernos en un sinfín de monumentos para recrear nuestra historia y nuestra cultura. Catedrales, iglesias, monasterios, castillos, palacios, antiguos hospitales o pequeñas cruces en los caminos, forman un conjunto tan valioso e interesante que mereció la declaración de Conjunto Histórico Artístico en el año 1962