EL ARTE DE INFORMAR. CASTILLA Y LEÓN 2020-2024.

Vot zapomni (ahora, recuerda). El escritor ruso Vladimir Nobokov explicaba cómo su madre se servía de esta especie de conjuro para llamar su atención sobre los detalles del paisaje que se contemplaban desde su casa en el pequeño pueblo de Vyra, al sur de San Petersburgo. Pedía que fijase su interés en fenómenos o criaturas materiales, como una alondra, un relámpago, una huella…pero con el tiempo se convirtieron en asideros intangibles a los que aferrarse para acompañarse en la vida y soportar las pesadillas más íntimas.

“El arte de informar 2019-2024. Los años que conmovieron” aspira a ser esa estampa que permanezca en el recuerdo repleta de detalles sobre los acontecimientos, circunstancias e historias menudas que han conformado el devenir de Castilla y León en los últimos cinco años y que, de alguna manera, han removido nuestro espíritu. Ha sido, sin duda, un lustro turbulento, desasosegante e incluso doliente sobre el que la Agencia Ical quiere fijar una mirada certera, inquieta y, sobre todo, cercana.

Este ejemplas supone la decimosegunda edición de un proyecto editorial único que vio la luz en los albores del siglo y que ansía ser una aportación de calidad a la memoria iconográfica de esta época, un vistazo a lo que nos rodea con ambición de perdurar. En definitiva, nuestra manera de decir que vemos, estamos y vivimos al servicio de una realidad -la Castilla y León del siglo XXI- con presente y, sobre todo, futuro.

“El arte de informar” es ya una obra de la colección del Grupo Promecal a la que ha contribuido el esfuerzo de una veintena de fotógrafos de la Agencia Ical y el proyecto de los patrocinadores. Pero es mucho más: es una reivindicación del periodismo de lo cercano; del fotoperiodismo de los detalles que se abre paso frente a los grandilocuente y que detiene su objetivo en la intrahistoria de la Comunidad, en la vida de sus paisanos, en lo que nos atañe y lo que nos ocupa. Por eso, “Los años que nos conmovieron” no es sólo un catálogo; es un ejercicio de honestidad periodística que pretende profundizar en los hechos buscando lo intangible, el alma que nos mueve y la vida que hay en cada historia.

Desde su portada, ilustrada con la imagen ganadora del premio Francisco de Cossío de fotografía en su edición de 2020, esta obra manifiesta su interés por lo que, en palabras del zamorano Claudio Rodríguez, es una mirada provechosa que hace pura la vida; una perspectiva que, con su limpia quietud, con tanta sencillez emocionada, da alegría, asombro y, ante todo, realidad. Esa mirada será la que perdure cuando todo se vaya y el ruido desaparezca.