Son muy abundantes las guías de viaje, más dirigidas a los turistas que a los peregrinos y que piensan en el Camino especialmente para hacerlo mediante sistemas de locomoción a través de carreteras y asfalto. Un turista es viajero de urgencia mientras a un peregrino le gusta recorrerlo a ritmo de otros tiempos. La popularidad que el Camino ha adquirido en las dos últimas décadas ha hecho que las editoriales hayan encontrado un hueco de negocio y así son muchas las guías que en torno al Camino de Santiago se ha editado, lamentablemnte muchas de ellas copiadas de otras anteriores con sus aciertos, pero también con sus errores. En estas guías abundan las fotos milticolores y suelen ser un escaparte, positivo, para invitar a hacer el Camino de Santiago sin demasiado esfuerzo.